SaaS, o Software as a Service, es una forma de disponibilizar softwares y soluciones de tecnología por medio de la internet, como un servicio. Con ese modelo, su empresa no necesita instalar, mantener y actualizar hardwares y softwares. El acceso es fácil y simples: solo es necesario conexión con la internet.
Las aplicaciones SaaS también son llamadas de softwares basados en Web, softwares on demand o softwares hospedados. Independiente del nombre, ellos son ejecutados en los servidores de las empresas proveedoras, que tienen la responsabilidad de gestionar el acceso y mantener la estructura de datos, la conectividad y los servidores necesarios para el servicio.
Con el modelo de Software como Servicio, las empresas obtienen toda la sofisticación y las funciones de los modelos tradicionales de software, sin el mantenimiento continuo ni los grandes costos (los costos de licencias son más bajos o gratuitos). Además, el SaaS ya está instalado y configurado, lo que significa que las empresas pueden comenzar a operar más rápidamente.
Las aplicaciones de SaaS están disponibles desde cualquier equipo o dispositivo, en cualquier momento y lugar, mediante la Cloud Computing de SaaS. Si se tiene disponibilidad de Internet en todas partes, las plataformas de SaaS tienden a tener altos índices de adopción, junto con prácticamente ninguna necesidad de capacitación.
Como se mencionó anteriormente, las plataformas de SaaS tienen menores costos en comparación con el software tradicional. Como se basan en suscripción, los costos son mucho menores. Cuando los proveedores de SaaS administran la infraestructura de TI, disminuyen los costos tanto de hardware y software como de mano de obra.
Dado que el proveedor gestiona todas las actualizaciones, las plataformas de SaaS eliminan la necesidad de descargar e instalar la aplicación. El proveedor de SaaS también se ocupa de la disponibilidad, de manera que los clientes no deban agregar hardware, software ni ancho de banda a medida que la base de usuarios crezca.